Diecisiete
de mayo del dos mil trece. Un día que quedara grabado para
siempre en la memoria de cualquier rojiblanco. Día de final, contra el eterno
rival, ese mismo rival al que llevábamos catorce anos sin ganar.
Contra cualquier pronostico, y en su casa nos hicimos grandes un poco. Ese
diecisiete de mayo tocamos el cielo. ¨Catorce años
perdiendo batallas para acabar ganando la guerra¨. No podríamos
haber soñado algo mejor.
Mañana vuelve
a ser diecisiete de mayo. Mañana hace un año de nuestro gran día. Y mañana nos espera otra final. Tenemos la Liga a un paso, nos vamos a
Barcelona a dejarnoslo todo en el campo, que después Neptuno nos espera. ¿Quién, a
principio de temporada, hubiera jamas imaginado llegar a Mayo así? Rozando
la Liga con los dedos y con un billete para la final de Lisboa. Ya el fin de
semana pasado estuvimos muy cerca, hubiera sido precioso rematar la temporada ganando
el titulo en casa... Pero no pudo ser, somos el Atlético de Madrid, sin emoción y
sufrir hasta el ultimo minuto, no seriamos nosotros, nos faltaría algo.
Mañana nos espera un partido vibrante, emocionante, no apto para gente con problemas en el corazón. No va
a ser fácil, el Barsa también aspira al titulo, el único que podría
conseguir esta temporada, y no parece ser que lo vaya a dejar escapar. Pero
este nuevo Atleti no entiende de limites, saldremos al campo sabiendo el equipo
que tenemos enfrente, pero como hemos demostrado ya varias veces esta
temporada, los grandes no nos achantan, al revés, nos crecemos. Olvidemos lo de El Pupas.
Me están
comiendo los nervios, no veo la hora que llegue mañana, diecisiete de mayo, nuestro
gran día. La gloria se consigue luchando. Dale Atléti, a por la Liga.
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